viernes, 10 de noviembre de 2023

COYUNTURA DE LA ECONOMÍA ESPAÑOLA A OCTUBRE 2023

El pasado 27 de octubre el Instituto Nacional de Estadística (INE) publicó un avance de los datos del Producto Interior Bruto (PIB) del tercer trimestre de este año 2023. Este tercer trimestre ha registrado un incremento del 0,3% respecto del trimestre anterior. El primer trimestre el crecimiento fue del 0,6% y el segundo trimestre del 0,4%. Por consiguiente se aprecia una caída, aunque leve, pero con tendencia a la baja. El interanual, es decir comparado con el mismo trimestre del año anterior, también es a la baja, el crecimiento ha sido del 1,8%, pero veníamos de un 4,1% en el primer trimestre y de un 2% en el segundo. Los datos reflejan el crecimiento real, es decir descontado la inflación.




























Desde el lado de la demanda si desglosamos ese incremento del 0,3% observamos que el mayor gasto ha sido el del “Gasto en consumo final de los hogares” (1,4%), mientras que la inversión (“Formación bruta de capital”)  ha disminuido (-0,8%). Es cierto que “Maquinaria, bienes de equipo, sistemas de armamento y recursos biológicos cultivados” se ha incrementado (2,0%) respecto del trimestre anterior, pero otros como “Viviendas y otros edificios y construcciones” ha disminuido (-2.2%). En general menor demanda de bienes, pero mayor consumo en gasto final y dentro de éste el “Gasto en consumo final de los hogares”.

Y si lo analizamos desde el lado de la oferta, es decir en qué productos y servicios nos hemos gastado el dinero, vemos que la principal rúbrica es la de “Actividades artísticas, recreativas y otros servicios” con un 11,9%. Dentro de esta rúbrica están los servicios turísticos.



















¿Qué podemos decir de esta situación?

Pues como puede observarse en el siguiente cuadro, también publicado por el INE, el ahorro de los hogares en el año de la pandemia (año 2020) creció mucho. A partir de que la Covid fue desapareciendo nos hemos ido gastando esos ahorros y tal y como se desprende del cuadro anterior principalmente en teatro, en viajes y en actividades recreativas y muy acusadamente este tercer trimestre del año 2023, este verano.



¿Podemos afirmar que España va bien y que crecemos mucho?

Que hemos crecido, por supuesto, pues es lo que dicen los datos publicados por el INE. Ahora bien, démonos cuenta que el mayor crecimiento viene del sector servicios y del turismo. “Industria manufacturera” en este tercer trimestre ha crecido un 0,8% (aunque el segundo trimestre cayó un -1,1%) y “Construcción” ha caído este trimestre un -0,6%, al igual que “Actividades inmobiliarias” que ha caído este trimestre un -1.3% y viene cayendo todo el año (-0,7% y -3,2%). “Agricultura, ganadería, silvicultura y pesca”, ha caído también este trimestre un -3,4% respecto del trimestre anterior. Es decir que mucho, no estamos creciendo.

El Gobierno, estima un crecimiento a la baja para este año 2023, respecto del año 2022 y un crecimiento aun menor para el año 2024. Así, según el Plan Presupuestario 2024 publicado por el Ministerio de Hacienda y Función Pública el crecimiento estimado para 2023 y 2024 quedaría como sigue: (2,4 % este año 2023 y un 2% para el año 2024).








Aunque moderado está muy bien que haya crecimiento, pero, ¿es adecuado ese
crecimiento?, ¿estamos en el camino correcto?

El informe de la OCDE

Con fecha 25 de octubre la OCDE (Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico, ha emitido un “Estudio Económico de España 2023”.

El informe dice que la economía española se ha mostrado resistente y que ha aguantado bien las inciertas perspectivas causadas por la guerra de Ucrania, en un contexto de alta inflación. Detecta un crecimiento en desaceleración, pero que resiste gracias a la fuerte demanda doméstica (consumo de los hogares), tal y como veíamos antes.


Por el contrario incide en que la deuda pública debería reducirse más (Cómo hemos dicho otras veces una deuda por encima del 100% del PIB es un serio problema para la economía de ese país). Estamos encaminados hacia un envejecimiento de la población por tanto, la OCDE, recomienda una mejora en la eficiencia del gasto, así como incrementar algunos impuestos como los relacionados con el medio ambiente y otros especiales, para cubrir el gasto en pensiones y sanidad, aunque al mismo tiempo reconoce que algunos impuestos como los que recaen sobre el trabajo y el capital podrían reducirse.

Incide también en el lento crecimiento de la productividad y en la baja inversión lastrando el crecimiento potencial de España. Ciertamente el crecimiento de la productividad durante los últimos años ha sido escaso.

 

Según la OCDE, España debe aumentar las oportunidades para los jóvenes, Debe fortalecer la educación, facilitar la participación de la población joven en el mercado laboral y la mejora del emprendimiento, con el objetivo de reducir el riesgo de pobreza de los jóvenes.

 













Más del 60% de la población menor a 34 años vive con sus padres, principalmente debido a ingresos insuficientes e inestabilidad laboral.

El informe termina con una serie de recomendaciones como:

   Cesar las medidas de apoyo para aliviar el impacto de los altos precios de la energía y los alimentos.

    Proseguir los esfuerzos para reducir la corrupción en el sector público.

   Formar a los profesores para identificar, apoyar y abordar las necesidades de aprendizaje de los estudiantes en riesgo de abandonar tempranamente la educación.

  Fomentar la oferta adicional de vivienda de alquiler en áreas tensionadas mediante el incremento del parque de vivienda social de alquiler, la relajación de controles sobre alquileres e impuestos menos distorsionantes (como por ejemplo, reducir el impuesto de traspaso sobre propiedades).

CONCLUSIÓN

Por consiguiente, crecemos, pero nuestra economía está basada principalmente en el turismo. Y eso no es que sea malo, pero es a todas luces insuficiente. Es un sector que utiliza mucha mano de obra, pero con unos salarios muy bajos y hoy por hoy si queremos que vengan turistas a visitarnos debe ser con precios muy competitivos y para ello debemos tener unos costes reducidos y uno de los principales costes son los salarios. Debemos invertir para tener más industria, debemos invertir en tecnología. Si queremos unos mejores salarios debemos ser más productivos, es decir producir más en menos tiempo, y con ello llegarán los incrementos de salarios. Pero sobre todo debemos invertir en formación en educación y emprendimiento para los jóvenes. Tal y como recomienda la OCDE debemos aumentar las oportunidades para los jóvenes y que puedan acceder al mercado laboral, y para ello entre otras medidas deberían reducirse los costes laborales para que al empresario le fuese menos costoso contratar. Si se crean las condiciones necesarias, esto es un mercado de trabajo flexible y competitivo, así como una política para liberar suelo y construir más vivienda social los jóvenes podrán emanciparse y poco a poco irán saliendo de esa zona de riesgo de pobreza o exclusión social. El problema no obstante es el del siempre y no es otro que el de las personas que gobiernan este país, los políticos de turno, que sólo velan por sus intereses y los de su partido, porque es más fácil  “comprar” votos indexando las pensiones al Índice de Precios al Consumo (IPC) o descuentos en el Pase Interrail, para jóvenes. Este país tiene jóvenes muy válidos y muy capaces, pero debemos crear la atmósfera necesaria y ofrecerles las herramientas suficientes, invirtiendo en ello para que desarrollen esas capacidades, pero hacemos todo lo contrario, repartir pobreza y que dependan del gobierno de turno, pareciendo que les debemos algo, porque claro, si debes, dependes, dependes de quien te da.

La coyuntura actual de la economía española es la expuesta en este artículo a través de datos del INE y de la OCDE y pese a que los políticos siempre tienden a contar la realidad económica como mejor sirve a sus propósitos, los ciudadanos deberíamos conocer la realidad objetiva de lo que ocurre en cada momento.  

Publicado en el Diari Digital Fet a Sant Feliu