domingo, 6 de octubre de 2019

PORTUGAL





Al mismo tiempo que estoy escribiendo esta entrada se están produciendo votaciones al Parlamento en Portugal. No sabemos el resultado de las mismas pero todo apunta a que el actual jefe de gobierno, el socialista Antonio Costa salga elegido.


El buen comportamiento de la economía de Portugal ha sorprendido a muchas instituciones. El país luso ha acabado prácticamente con el déficit, ha comenzado a reducir su deuda pública, la desigualdad económica está en mínimos de los últimos años y ha llevado la tasa de paro a niveles de 2004.

Portugal ha cumplido con el Fondo Monetario Internacional devolviendo el rescate de forma anticipada, lo que probablemente también ha contribuido a que los halagos más intensos hayan llegado desde el organismo presidido por Christine Lagarde.
Los datos hablan por sí solos: la tasa de paro ha pasado desde el 16% de 2013 hasta el 6,7 % de hoy, el nivel más bajo desde 2004, incluyendo una fuerte caída del paro de larga duración y "una reducción impresionante del desempleo.



El déficit fiscal ha pasado desde el 11% del PIB en 2010 hasta el 0,5% de 2018, mientras que el balance primario (sin contar los intereses de la deuda) será el más alto desde 1992. Esta mejora en el desequilibrio en las cuentas públicas ha permitido que la deuda pública pase desde el 133% del PIB hasta el 124%, según los últimos datos disponibles de Eurostat.





La devaluación interna (moderación de salarios y beneficios distribuidos) que puso en marcha Pedro Passos Coelho, primer ministro de Portugal entre 2011 y 2015, probablemente, ha sido clave para el auge exportador que ha vivido Portugal. Desde el año 2010 hasta 2015 los costes laborales unitarios (mide el coste laboral por unidad producida) se redujeron año tras año. Estas arduas políticas han tenido sus frutos y las exportaciones se han disparado, pasando de representar el 29% del PIB en 2010 hasta el 43,6% en 2018, registrando los mayores incrementos durante los años del Gobierno de Passos Coelho. Este incremento ha permitido que los bienes y servicios de Portugal ganen cuota de mercado a nivel global, según datos de Eurostat.
También los ingresos por turismo han mostrado un crecimiento espectacular en los últimos años. La llegada de turistas alcanzó un nuevo récord en 2018 tras alcanzar los 12,8 millones de llegadas, mientras que el peso en el PIB de esta sector ha pasado del 13% de 2010 a superar el 17,3% con un crecimiento progresivo. El turismo y la llegada de extranjeros cualificados o con elevado patrimonio también ha impulsado el mercado inmobiliario del país.
Toda esta combinación de factores, los pasados y los presentes, han sido clave para que Portugal disfrute hoy de unas cuentas públicas equilibradas, una tasa de paro históricamente baja y el nivel de desigualdad de la renta más bajo desde que Eurostat recoge estos datos. No obstante, los nubarrones que se atisban en el horizonte son los mismos a los que se enfrenta la Eurozona : Desaceleración



Fuente : El Economista

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