viernes, 29 de enero de 2016

REGRESO AL PASADO

Las principales formas de integración económica según B.Balassa son :
Área de librecambio
Unión Aduanera
Mercado Común
Unión económica
Integración económica completa

El área de librecambio es la forma más simple de integración. Se decide eliminar todas las restricciones, aranceles y otros obstáculos al comercio de mercancías.
En la unión aduanera se adopta un arancel exterior común frente al resto del mundo.
El mercado común es una unión aduanera que permite la libertad de circulación de los factores a través de las fronteras nacionales, es decir libre circulación de mercancías y personas.
La unión económica es un mercado común con un cierto grado de armonización de las políticas económicas nacionales.En esta forma de integración las coordinación de las políticas presupuestarias de los distintos países es un elemento básico para el buen funcionamiento de una unión económica, evitando en lo posible la formación de déficit excesivo en los países miembros.
La integración económica completa supone no solo la unificación de las economías nacionales de los países miembros, en cuanto a la unificación de las políticas monetaria, fiscal, social, también se requiere el establecimiento de una autoridad supranacional común cuyas decisiones serán obligatorias para los Estados miembros.

La unión total es una integración económica completa con decisiones comunes en materias relacionadas con política exterior, defensa y seguridad. Un ejemplo sería los Estados Unidos.

La unión total es lo que propone el Tratado de la Unión Europea, pero por desgracia no estamos los europeos yendo en esa dirección. La crisis de 2007 ha dejado al descubierto muchas deficiencias en la integración económica europea. Déficit excesivo de los países miembros, poca coordinación de políticas comunitarias,políticas fiscales totalmente diferentes, cuando no opuestas y pocas ganas de tener una autoridad supranacional que tome decisiones obligatorias para los Estados miembros.
Sonaba muy bien todo aquello de un mercado único, con una única moneda, los países abrirían sus mercados y se beneficiarían del libre comercio y de las ventajas comparativas. Muy bien todo hasta que llego el primer revés en 2007. Han quedado al descubierto las ineficiencas de los diferentes gobiernos de los países integrantes y salta la duda de si realmente se quería una integración económica completa  o quizá se ha ido demasiado deprisa en querer alcanzar esa forma de integración.
Los diferentes rescates a Grecia, los excesivas deudas de Portugal, España e Italia, hicieron tambalear los cimientos del Tratado. De hecho en 2016 todavía está en cuestión si ha merecido y merece la pena continuar , tanto en el mercado único, como en el euro. El Reino Unido está pensando someter a votación popular el continuar en la UE.
Antes de la UE los países podían, en los momentos de crisis, tomar decisiones internas tanto en política fiscal como monetaria ( devaluando su moneda, por ejemplo ). Ahora ese margen de maniobra no se tiene. La política fiscal ( invertir o consumir más) y la monetaria ( poner mas dinero en circulación o viceversa) corresponde a organismos supranacionales ( Comisión Europea o BCE ) lo que resulta complicado pues las necesidades de cada país son diferentes , mas, cuando no se ha alcanzado una unión total.
Si realmente queremos beneficiarnos del libre comercio y de la libre circulación de personas , en definitiva de una apertura amplia de los países , con los que conseguir ampliar y mejorar nuestros conocimientos , debemos aunar esfuerzos y marcarnos unos objetivos que puedan lograrse y desde luego que puedan y deban cumplirse. De lo contrario ya hay corrientes de pensamiento y voces de  Premios Nobel en economía que aconsejan un regreso al pasado y olvidar por el momento la unión total.

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