Este año la vivienda sumará al avance en el PIB por primera vez desde 2007. La vivienda nueva suma en el el apartado de la inversión. Recordemos que la inversión suma en el PIB el año en que se termina su construcción, no el año de su venta. Y recordemos también que hablamos de inversión neta, esto es, inversiones nuevas menos salidas de inversiones en ese año. Quiere ello decir que a pesar de tener un stock muy grande en vivienda y que todavía, a pesar del descenso de precios, está sin vender en manos de la Sareb, la construcción de nuevas viviendas supera la salida de estas "antiguas" nuevas viviendas en stock desde el año 2007.
La construcción, junto con el sector del automovil y el turismo esta impulsando la economía española. Más en unas autonomías que en otras, eso es cierto, pero sumando en el PIB de una u otra forma.
Esperemos no volver a caer en cercanos viejos modelos de crecimiento. Esperemos haber aprendido la lección.
Deberíamos aprender de países como Alemania ó Estados Unidos. Los Estados Unidos por ejemplo, un país con poco mas de 200 años de historia, ha desarrollado siempre políticas de crecimiento económico, de crecimiento de la riqueza, invirtiendo en I+D. Ha querido ser un país puntero y pionero y no ha dudado en destinar recursos a fomentar la innovación, la creación y mejora de productos y mimar la investigación captando siempre los mejores talentos tanto del país como del resto del mundo.
Crecer, si, pero con fundamentos, con base científica y con un modelo, con una ideología y con un sentimiento de país que los distingue y los hace diferentes del resto. Lo mismo podríamos decir de los alemanes.
Esta muy bien que España vuelva a la senda del crecimiento, que se incremente el PIB, contra más mejor, pues ello hará reducir el paro , el consumo crecerá y con ello la recaudación de impuestos y las cotizaciones a la Seguridad Social, pero deberíamos crecer con base, con tecnología "made in spain", con científicos y con talento español.
No debemos caer en errores del pasado. Es el momento de cambiar nuestra forma de pensar y de actuar, es el momento de sentar los cimientos de un crecimiento con unas fuertes bases que resistan las caídas cíclicas de la economía para que cuando se produzcan los daños sean los mínimos posibles.
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